Artículo: ¿Quién es un emprendedor?
¿Quién es un emprendedor? ¿Qué hacer cuando surge el miedo a ser un emprendedor? Fundamentación de los juicios
En la línea programática de Capacitación para el Trabajo y Emprendimiento, nos hemos dedicado durante años al acompañamiento de emprendedores venezolanos, desde aprender un oficio, hasta constituir empresas con propósito, contribuyendo al desarrollo económico sostenible de nuestro país.
Como coach facilitador, es importante que reconozcas y puedas identificar las características principales que definen a un emprendedor, así como los desafíos internos y externos que constituyen el proceso de emprender, y el crear un modelo de negocio sostenible en el tiempo.

¿Quién es un emprendedor?
“Emprendedor es quien, a partir de una idea innovadora, saca adelante por sus propios medios un proyecto en el que cree apasionadamente, busca la manera de materializarlo y asume los riesgos y consecuencias que esto significa”.
Es importante resaltar que emprender por medios propios, asumir los riesgos y consecuencias, innovar, son características de un emprendedor de alto desempeño, y también pueden ser generadores de algunos temores en el emprendedor.
Ahora bien, ¿qué conflictos te han impedido sacar a tu "Yo Emprendedor"?
Después de trabajar en el Desafío 1, identifica cuáles han sido tus quiebres, que fue lo que más te costó desarrollar, qué emociones surgieron en el proceso… profundiza en estos aspectos, la idea es que sea posible darte cuenta como emprendedor, de la brecha existente entre el emprendedor que estás siendo, con tus emociones, la historia particular que te cuentas y las creencias que te han acompañado, así como el emprendedor en el cual sueñas convertirte y la estructura que debes construir para lograrlo, que seas consciente de los conflictos que surgen frente a la idea de emprender o ser emprendedor, que sin lugar a dudas son la causa de que muchos emprendedores sientan dificultad para avanzar o accionar.
Hacer esta reflexión sobre tus propios conflictos, te ayudará a comprender el proceso inicial que vive el emprendedor, y que probablemente sean conflictos que se presenten a lo largo de su proceso de aprendizaje, en las distintas etapas que vive en la construcción de su negocio. En estos espacios de reflexión con los participantes, es necesaria tu atención plena. Conviene según el diseño de cada actividad, utilizar un rotafolio o la pizarra para anotar esas frases o conflictos que surgen en el grupo, esto te permitirá hilar las conclusiones de forma más efectiva.
Puede suceder que dentro de los espacio de conversación surjan posibilidades de alianzas y coworking, y que a pesar de ser notorio, los participantes no lo vean como oportunidad, en este caso es importante mostrarlo y validar si se han percatado de ello, invitándolos a hacer un ejercicio sobre qué pasaría si trabajaran juntos, uniendo talentos o recursos; De manera que puedan articular acciones conjuntas que sumen valor para ambas partes. Como facilitador coach, te invitamos a hacer este movimiento de manera que no se quede en la obviedad.
¿Qué hacer cuando surge el miedo a ser un Emprendedor?
Como facilitador, tienes la maravillosa oportunidad de escuchar de forma directa las vivencias de cada emprendedor. Escucha sus respuestas, son importantes y hablan de su mirada particular, sobre sus miedos, y en este caso del miedo a ser un emprendedor.
Para hacer frente al miedo a emprender, el taller Quiero Emprender Pero, propone iniciar por el reconocimiento del miedo, seguido de la aceptación del mismo, que va de la mano con la responsabilidad que tiene el emprendedor en hacerse cargo y trabajar en las brechas y acciones que lo lleven a la confianza. Por último llega la fundamentación del juicio de amenaza del miedo a emprender. En este espacio podrás desmontar de manera directa el juicio de amenaza de cada participante que le ocasiona el miedo a emprender.
¿Cómo se fundamentan los juicios?
Llamamos fundamento a la forma en que el pasado puede utilizarse para formular juicios que nos apoyen efectivamente en tratar con el futuro. Los fundamentos, por lo tanto, las tres instancias de la estructura de temporalidad: pasado, presente y futuro.
Hemos dicho que el futuro es la clave de los juicios. Formulamos juicios a causa de nuestra preocupación por el futuro. Comenzaremos, por lo tanto, a examinar los efectos del futuro sobre los fundamentos de nuestros juicios. Dividimos el proceso de fundar en cinco condiciones básicas:
Siempre emitimos un juicio “por o para algo”. Siempre visualizamos un futuro en el cual nuestro juicio abrirá o cerrará posibilidades. Según el juicio que formulemos, algunas acciones van a ser posibles, otras no. de su elección.
Cada vez que emitimos un juicio estamos suponiendo que se coteja con un conjunto de estándares de comportamiento para juzgar el desempeño de los individuos, que nos permiten evaluar la efectividad de sus acciones. Sin embargo, no solamente evaluamos las acciones y el comportamiento de las personas.También juzgamos su apariencia, juzgamos los días de la semana, la altura de las montañas,etcétera. Estos no son juicios de comportamiento. Los estándares utilizados para emitir estos juicios provienen de tradiciones particulares que nos dicen qué esperar y, por lo tanto, de expectativas sociales.
Los juicios son históricos, puesto que los estándares que utilizamos para hacerlos cambian con el tiempo. Aunque a menudo no se percibe, la mayoría de los estándares son sociales. Suponemos, generalmente, que como somos nosotros los que formulamos los juicios, lo hacemos de acuerdo a nuestros propios estándares. En cierto sentido esto es verdad los emitimos según estándares que poseemos. Lo que comúnmente no vemos es que esos estándares no fueron producidos por nosotros sino que pertenecen a la comunidad y corresponden a algunas circunstancias históricas concretas.
Cuando emitimos un juicio, generalmente lo hacemos dentro de un dominio particular de observación. Cuando evaluamos conductas, estos dominios de observación corresponden a dominios de acción. Cuando no evaluamos comportamiento, hablamos sólo de dominios de observación.
Hablamos de dominios cuando podemos identificar áreas estables de intereses en las cuales especificamos la posibilidad de quiebres recurrentes. La distinción de dominio no apunta, por lo tanto, hacia una entidad existente. No vemos dominios alrededor nuestro. Son consensos o convenciones sociales que adoptamos porque estimamos que nos ayudan a actuar de manera más efectiva.
Cuando emitimos un juicio, lo que normalmente hacemos es dictar un veredicto basado en ciertas observaciones. Este juicio está limitado al dominio particular en el
cual se hicieron las observaciones. Ellas determinan que el juicio sea más o menos fundado, pero siempre limitado al dominio particular de observación.
Se logra fundar los juicios al proveer afirmaciones en relación con lo que estamos juzgando. Cuando disponemos de afirmaciones que nos permiten medir respecto de algún estándar en un dominio particular de observación, podemos generar un juicio. Las afirmaciones, por lo tanto, juegan un importante papel en el proceso de fundar nuestros juicios. Si no somos capaces de proporcionar afirmaciones, no podemos fundar nuestros juicios.
La cantidad de afirmaciones que somos capaces de proveer para fundar un juicio, garantiza que lo consideremos bien fundado. Podría ocurrir que generemos una cantidad aún mayor de afirmaciones al intentar fundar un juicio opuesto. Por esa razón, finalmente recomendamos revisar los fundamentos del juicio contrario al fundar un determinado juicio.
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